Si tu piscina tiene algas el primer concepto que debes tener claro es que utilizando cloro no vas a conseguir eliminar las algas. A continuación te explicamos por qué.
Todos los organismos unicelulares necesitan fosfatos para metabolizar los nutrientes. Todas las células contienen fosfatos. Si desinfectas una piscina con cloro o con UV sólo estarás liberando los fosfatos existentes en el interior de las células de las algas y estimulando su crecimiento pero no las estarás eliminando. Por eso, si necesitas controlar las algas de tu piscina, lo mejor es tratar el problema desde su origen y eliminar los fosfatos.
¿Dónde están estos fosfatos?
Los fosfatos en el agua de una piscina aparecen de dos formas: ortofosfatos (fosfatos libres) que están en disolución y fosfatos orgánicos, que están ligados a cualquier contaminante orgánico que haya en el agua (algas y bacterias).
¿De dónde provienen estos fosfatos?
De aguas que arrastran fertilizantes agrícolas, del agua del grifo, de agua de embalses en las que las autoridades han añadido fosfatos al agua para el control del plomo. De los bañistas, que dejan dentro de la piscina células de la piel, bacterias, etc. En piscinas exteriores, de plumas de aves que caen en el agua, de polen, etc. y, también de fosfatos reciclados, que provienen de bacterias y algas que ya estaban en el agua y cuyas membranas celulares se han roto por acción de desinfectantes y algicidas, necesitando la limpieza de la piscina.
¿Qué hacen los fosfatos? Los fosfatos sirven de mecanismo para el transporte de nutrientes a través de las membranas de las células. Cuando eliminamos los fosfatos, las células pueden tener acceso al alimento pero no son capaces de metabilizarlo y acaban por morir de hambre. De ahí que si eliminamos los fosfatos hacemos que las algas mueran y desaparezcan.
El ciclo de los fosfatos. Toda célula viviente contiene fosfatos. Estos se unen formando fosfatos orgánicos. Los fosfatos nunca desaparecen, sino que se reciclan. Cuando se utiliza una desinfección, esta interfiere en este ciclo, provocando un cortocircuito en el reciclaje de los fosfatos y haciendo que estos se viertan en el agua, importante para el mantenimiento de la piscina.
Tratamiento contra las algas: ¡LO QUE NO SE DEBE HACER!
- Aumentar la dosificación de cloro. Esto aumentará los niveles de cloro combinado, rompiendo las células y liberando fosfatos en el agua.
- Dosificar un algicida. Los algicidas son compuestos orgánicos tóxicos: matarán las algas (efecto instantáneo) pero liberarán los fosfatos en el agua.
- Tratamiento UV. Romperá las membranas de las células de las algas, su contenido en fosfatos se librerará y ello propiciará el crecimento de nuevas algas en las paredes de las piscinas.
¿Cómo eliminar eliminar las algas? LO QUE SÍ SE DEBE HACER
- Coagular los fosfatos libres para con ello evitar que estén en disolución en el agua. Los mejores coagulantes contienen cloruro de lantano, que está especialmente indicado para la eliminación de fosfatos. Por ello es muy recomendable al utilización del coagulante NoPhos de Dryden Aqua y una buena cubierta automática.
- Optimizar la coagulación: dosificando los coagulantes a través de un ZPM
- Mejorar la filtración: cuando se elimina materia orgánica se están eliminado también los fosfatos. Filtrando a una velocidad más baja se realiza una mejor filtración de partículas finas. Si se utiliza el mejor medio filtrante, AFM®, se optimiza la filtración consiguiendo retener partículas de hasta 4 micras.
- Lavar a baja velocidad: 45m/h (AFM®) y 55m/h (arena) que conseguirá que los fosfatos sean eliminados del sistema de la piscina
¿Cuál es la dosificación de NoPhos?
La dosificación puede variar dependiendo del nivel de fosfatos que exista en el agua de aporte, por ello la dosificación será más alta en áreas agrícolas que en áreas urbanas.
Hay que tener en cuenta que el cloruro de lantano no logra eliminar las algas inmediatamente sino que las mata de hambre. Este proceso es muy efectivo pero puede tardar varias semanas (de 4 a 6). De ahí la importancia de la prevención para evitar la aparición de algas. ¡Prevenir es mejor que curar!
En piscinas privadas NoPhos, de manera profiláctica, debería añadirse a la piscina manualmente una ver por semana. La dosis es de 1 ml de NoPhos sin diluir por cada m³ de volumen de agua de la piscina. Por ejemplo: si la piscina tiene 80 m³ hay que añadir 80 ml de NoPhos a la semana.
En piscinas públicas, los fosfatos deberían medirse semanalmente. NoPhos se debería dosificar de forma continua utilizando una bomba peristáltica. Cada litro de NoPhos debería ser diluido en 20 litros de agua limpia. La dosificación se debería hacer a través de un ZPM antes del filtro a ml/m³ de agua filtrada. Ejemplo: por cada 100m³/hr circulación = 100ml/hr de NoPhos diluido. Dependiendo de la lectura semanal la dosificación debería ir siendo ajustada.